El escritor Mario Vargas Llosa fue el galardonado con el Premio Convivencia de 2013. Fue en el transcurso de una solemne ceremonia durante la que pronunció un discurso marcado por las palabras convivencia, tolerancia y solidaridad.
Vargas Llosa lamentó durante el acto que «la intolerancia de quienes creen en verdades absolutas todavía llenan de muertos muchas regiones del mundo».
El premio nobel tuvo palabras especiales para la inmigración, que «siempre beneficia mucho más que perjudica a una sociedad» por lo que debe ser vista «como una solución y no como un problema, de ahí que hay que mirar este fenómeno con comprensión, solidaridad y amistad» .
Especialmente se ha referido al caso de Ceuta, «donde la convivencia es una realidad cotidiana y la prueba de que la convivencia es una credencial magnífica, de ahí que este premio no es sólo un honor y un reconocimiento sino que conlleva una responsabilidad para defender que convivir entre gentes diferentes es un extraordinario progreso».
El presidente de la Ciudad, Juan Jesús Vivas, entregó a Vargas Llosa, entre los aplausos del auditorio, una escultura de la artista ceutí Elena Laverón y los 30.000 euros del premio.
Durante su discurso el Nobel de Literatura se comprometió a hablar de Ceuta en algún medio destacado y así lo hizo:
Mario Vargas Llosa cumplió con su palabra y en la edición del diario El País del domingo 11 de agosto de 2013 hizo esta breve, pero certera, descripción de Ceuta .Dentro de su colaboración ‘La quinta columna’, expresó sus impresiones sobre Ceuta cuando vino a recoger el Premio Convivencia: «…Un poco más al sur debe estar Ceuta, bella y activa ciudad donde hace un mes pasé tres días intensos, impresionado por sus parques, el museo que da cuenta de su milenaria historia en la que todas las civilizaciones mediterráneas dejaron una huella y que los ceutíes preservan con orgullo, la soberbia vista del encuentro, a sus pies, del Mediterráneo y el Atlántico.
Pero lo que más me conmovió en Ceuta fue la civilizada convivencia entre sus religiones; cristianos, musulmanes, judíos, hindúes, viven en armonía y amistad, algo ejemplar en estos tiempos enconados de guerras religiosas», escribió Vargas Llosa en El País, artículo del que se hicieron eco numerosos medios tanto españoles como latinoamericanos.