En el marco incomparable de las Murallas Reales tuvo lugar la entrega de los Premios Convivencia Ciudad Autónoma de Ceuta en su versión internacional y local. En este caso, dos personajes entrañables fueron distinguidos con los distintivos que reconocen una labor de años dedicada al servicio de los demás.
Dominique Lapierre fue así el primer ciudadano extranjero distinguido con el citado Premio Convivencia porque, además de ser escritor de éxito, por “su condición de viajero humanitario desde hace más de cincuenta años y su especial atención a las comunidades de la India que le han permitido protagonizar y liderar grandes proyectos relacionados con la convivencia a los cuales ha entregado su tiempo, su dinero, su familia y su futuro profesional”.
Después recibir el premio de manos del Excmo. Sr. Presidente de la Ciudad de Ceuta D. Juan Jesús Vivas Lara, Dominique Lapierre pronunció un emotivo discurso en el que dijo que había pasado de ser espectador a la acción directa y se refirió a “mis niños leprosos de Calcuta hasta las víctimas sin recursos de la tragedia de Bhopal en nombre de los cuales acepto este galardón que comparto con la Fundación Española Ciudad de la Alegría que me ayuda en mi labor de auxiliar a los más pobres” Añadió que “con el cuatro por ciento de la fortuna de los 225 hombres más ricos podríamos arreglar todos los problemas”. Refiriéndose a Ceuta, Dominique Lapierre dijo que “es un símbolo de tolerancia, un ejemplo que muestra la capacidad de los hombres para vivir unos con los otros”.
Fernando López de Olmedo y Gómez
El Premio Convivencia a nivel local recayó en el Excmo. Sr. D. Fernando López de Olmedo y Gómez, Comandante General de Ceuta “por su carácter integrador y conciliador de todo tipo de culturas y religiones, respetuoso con todos los colectivos de la Ciudad. El esfuerzo por impulsar la imagen y cultura de Ceuta más allá de sus fronteras le ha supuesto el cariño de miles de conciudadanos jóvenes y mayores, musulmanes, cristianos, judíos e hindúes”.
El Comandante General pronunció unas palabras para agradecer tan importante galardón, añadiendo que quería ofrecer el Premio recibido a todos los ciudadanos de Ceuta.
Tras la clausura oficial del acto, los galardonados pudieron departir con los asistentes que abarrotaban el espacio disponible en las Murallas Reales, durante una copa de vino español que se sirvió en un espacio situado sobre el foso del mismo conjunto monumental.